miércoles, 9 de marzo de 2011

Conflicto Mapuche: La empresa condenada a pedir autorización

El fallo establece que, para trabajar en ese lugar, la empresa debe contar con permiso de la comunidad mapuche. Un antecedente para las comunidades en conflicto de todo el país.







Por Darío Aranda

En las comunidades indígenas y entre los abogados especializados en derecho indígena se escucha desde hace tiempo una afirmación, mezcla de hipótesis y deseo, pero también con sustento jurídico: de respetarse los derechos indígenas, las empresas y gobiernos no podrían avanzar unilateralmente sobre los territorios indígenas. La Justicia de Neuquén acaba de dar un paso en ese sentido. Falló contra una empresa petrolera que pretendía impedir los reclamos de la comunidad mapuche Wentru Trawel Leufu (Hombres de Río Reunidos), afectada por la invasión de su territorio ancestral. La sentencia, la primera de su tipo en Neuquén y que será precedente para otras causas del país, afirma que se transgredió la ley al no haber informado y obtenido el visto bueno de la comunidad para explotar los recursos naturales, remarca la obligatoriedad de respetar la frondosa legislación (nacional e internacional) que protege los derechos indígenas y apunta también al rol de otros poderes: “Todo gobierno que desatienda (la leyes citadas) debe ser considerado como discriminador de los pueblos indígenas”.

En enero de 2007 el gobierno neuquino otorgó a la petrolera Piedra del Aguila la concesión de 3800 hectáreas en la región del Picún Leufú, en el centro de la provincia. En el lugar vive desde mediados del siglo pasado la comunidad Wentru Trawel Leufu. A fines de 2007, la empresa llegó hasta el lugar y reclamó derechos sobre la tierra, pero la comunidad le prohibió el ingreso. En julio de 2008 volvieron con nueva estrategia: ofrecieron dinero para obtener permisos de exploración y extracción. “La actividad petrolera es opuesta a nuestra forma de vida. No autorizamos”, fue la respuesta unánime.

Para seguir leyendo la nota: http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-163734-2011-03-09.html


Share/Bookmark

jueves, 3 de marzo de 2011

Comercio justo todos ganan (el Cronista)

El modelo propone un esquema de negocios que le garantiza al productor percibir hasta un 50% del valor de venta final, según afirman las organizaciones afines. A través de la certificación “Fair Trade”, el sistema permite además el acceso a los mercados internacionales. Aquí, las experiencias locales

Hay una alternativa a las “reglas del mercado” en las que el intermediario se lleva la parte del león a costa del trabajo de otros. Se trata del comercio justo y se basa en el combate al empleo no registrado, la mejora de los precios para los productores, la promoción de la venta sin intermediaciones y el manejo sustentable del ambiente y los recursos. La tendencia surgió a fines de los ‘60 con las Tiendas Solidarias o Del Tercer Mundo en Europa y se fue afianzando hasta convertirse en un sello de confianza y calidad. Actualmente existen varias organizaciones internacionales que vinculan a productores e importadoras bajo la modalidad de comercio justo, como la International Federation of Alternative Trade (IFAT) o la European Fair Trade Association (EFTA), y también certificadoras internacionales como la FLO (del inglés Fair Trade Labelling Organizations International), cuya aprobación permite ingresar con productos y servicios a los destinos internacionales más exigentes.

En la Argentina, el término comenzó a sonar con fuerza durante la crisis de 2001/2, aunque antes ya había muchas organizaciones que venían practicando el comercio justo. A mediados de los ‘80, un grupo de padres del colegio Pedro Poveda, de Vicente López, comenzó a llevar donativos a una comunidad Wichi, de Formosa. Pero el asistencialismo era una acción de muy corto plazo. Los referentes comunitarios les comentaron su dificultad para comercializar las artesanías que elaboraban, y que muchas veces terminaban vendiendo a mayoristas por un precio mucho menor a su valor de producción. Así nació Arte y Esperanza, una organización que hoy apoya a más de 500 familias de ocho etnias diferentes: Mapuche, Mbyá Guaraní, Toba (Quom), Pilagá, Calchaquí, Kolla, Chane y Wichi.
Actualmente poseen tres tiendas en Capital y Gran Buenos Aires (San Telmo, Belgrano y San Isidro), donde comercializan tejidos, artesanías y alimentos como yerba mate orgánica, elaborados por las comunidades. “Nosotros compramos la mercadería a los productores al contado, nos ocupamos del flete y a cada comprador le entregamos información sobre la comunidad que realizó el producto”, describe Raúl Sandoval, uno de los coordinadores de Arte y Esperanza. Según el directivo, a diferencia del comercio tradicional, en la que estos productores reciben un 8 o 10% del valor de venta final, con el sistema de comercio justo perciben hasta un 50% o más (el resto se destina al transporte de mercadería, mantenimiento del local y salarios), ya que se elimina gran parte de los márgenes de los intermediarios.
De tierra adentro al mundo
Además de comercializar los productos en los locales propios, Arte y Esperanza alienta la participación de los productores y artesanos en distintas ferias que siguen este modelo, como la que los segundos sábados de cada mes organiza el Instituto Santa Cruz, en la esquina porteña de Estados Unidos y 24 de Noviembre (www.comerciojustosantacruz.blogspot.com). Por otra parte, la entidad brinda capacitación y asistencia a las comunidades para que mejoren las técnicas de producción, la presentación de los artículos y para que puedan negociar en mejores condiciones con los mayoristas.

Para leer nota completa:

Share/Bookmark

miércoles, 2 de marzo de 2011

Tienda San Isidro

El 7 y 8 de Marzo la tienda de San Isidro permanecerá abierta de 11 a 18hs. La dirección es Pedro de Mendoza 587 (en frente de la estación de San Isidro del Tren de la Costa).

Los esperamos!
Share/Bookmark