domingo, 26 de febrero de 2012

ALECRIN COMUNIDAD MBYA INVADIDA Y AMENAZADA

Alecrín que esta ubicada a 20 kms. de San Pedro sobre la ruta 20 (Misiones), sufre desde hace más de 20 días un intento de turbar la posesión de sus legítimos territorios, por parte de más de 80 supuestos colonos los que han ingresado con violencia. Su Territorio fue relevado por el INAI el año 2010, aplicando la ley 26.160 donde el Estado mismo les reconoce su ocupación de más de 14 mil hectáreas.


Las autoridades del Estado provincial y nacional, Asuntos Guaraníes, Ministerios de Ecología y Derechos Humanos entre otros, deberían garantizar que se respeten estos Derechos, algo que como no ocurre, permite situaciones de violencia como la que están viviendo.


¿No es violencia que personas (supuestos colonos) movidos en autos, camiones y motos que mostrando un alto grado de organización y infraestructura, pretendan usurpar los territorios con el único respaldo, según sus dichos, que el ex –intendente de San Pedro y actual Director de Asuntos Municipales de la provincia el tabacalero Orlando Wolfart los apoya? Esto no es más que nuevos desmontes y posibles tabacales.


¿No es violencia también, que mientras la Comunidad denuncia a los usurpadores ante la Policía y la Justicia Penal, estas demoren las respuestas y se vea en la zona personal de Ecología y efectivos que dicen no poder identificar a los responsables, ni hacer las actas correspondientes, sobre los daños ocasionados porque los usurpadores les niegan su identidad, creando todo esto una situación de total impunidad?


Si las autoridades en las próximas horas no intervienen, podrían suceder actos desesperados de lucha por el territorio, entonces ¿quiénes serán los verdaderos responsables?


Esta pretensión de usurpar territorios de las Comunidades no es nuevo, es tan viejo como el robo de madera. Tanto autoridades como la sociedad civil deberíamos, junto con el reconocimiento de estos derechos constitucionales de las Comunidades valorar también; que ellas al defender, como ahora, sus territorios no solo protegen sus intereses. En medio de una seca generalizada ellos pretenden cuidar el monte, es decir oxigeno y agua.


Cuando la Comunidad de Alecrín y tantas otras lanzan sus gritos exigiendo respeto a sus derechos, como hoy lo están haciendo, tendríamos que pensar que si se permite que esta invasión suceda sin detenerla, el gobierno será, una vez más, responsable por su reiterada y intencionada omisión.


Fuente: Equipo Misiones de Pastoral Aborigen (EMiPA)
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